Cuando era pequeño siempre decía que quería ser piloto.
Miraba al cielo y veía pasar aviones, entonces me imaginaba llevando a un
montón de personas por todo el mundo.
Un día, un piloto me dejó entrar en la cabina del avión y
tenía tantos botones que me pareció demasiado difícil.
Pasó el tiempo y pensé que ser aparejador sería bonito.
Me fijaba en casas y edificios y cuando veía obras me encantaba ver cómo
construían por dentro las viviendas.
Ahora he cambiado de opinión, me gustaría ser profesor.
Iré al colegio sin miedo a los exámenes, ni tendré que estar pendiente de las
tareas.
Además me parece muy generoso enseñar a los demás todo lo que sabemos.
David de Domingo
5º A
CEIP Padre Manjón de Burgos
Anda que no os ha venido bien la peli para arrancar el curso. Estupenda actividad, Julita, soñar y tener expectativas es imprescindible para l@s chic@s.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz curso
¡Qué alegría, Feli, leerte y tenerte con nosotros!
ResponderEliminarSi el curso pasado estuvo lleno de emoción 2.0, éste no sé qué va a ser, fíjate con cuántas expectativas comenzamos.
Mis alumnos/as no salen de su asombro. Ya los tengo motivados.
Un fuerte abrazo.